Solo soy un pequeño polvo de hadas perdido entre la inconsciencia del tiempo...
Un rapto de la libertad y unas lágrimas aventureras recorriendo toda mi piel.
Solo soy una sútil persona, una marca de intransigencia marcada a fuego en mi propio tacto, un sentido roto, sin aprender u olvidado.
Solo soy esa huella que tienes de sus labios, un aliento perdido entre miles de diablos, que aún y quemándose en el infierno, intentan congelar mi corazón mientras avivan mi ira y mi dolor.
Soy un saludo de alguien importante, con su sonrisa imponente, quedando impotente ante sus labios de plata, que siempre sueñas besar, acariciar y sentir, para convertir los tuyos en oro.
Soy ese fruto prohibido, que pocos anidan a encontrar, y muchos ni siquiera se fijan, pero que se empieza a podrir entre la basura de las falsedades...
Tan sútiles palabras, marchitas de autoestima en un importante día, que debería llenarme de autoestima.
Pero me da pereza recordar, sentir que faltan palabras en mis oidos, caricias en mi piel, besos en mis labios.
Me da gracia recordar tiempos pasados, momentos fallidos y lágrimas congeladas, a veces me da por reir, otras por gritar.
Que mas da...
Si solo soy una pequeña persona mas, en este gran mundo de estrellas fugaces que no se paran a preguntar a esta pequeña estrella sin brillo, el porque de estar quieta, parada, y olvidada entre las estelas de la vía lactea de tu amor sufrido...
Tu amor marchito... Igual que estas palabras... Palabras marchitas...
Pues... Las palabras solo cobran sentido si se susurran al oido, en alguien que está dispuesto a escuchar, a sentir... A creer...
Por eso, creerme a mi cuando chillo, que nada acallara mis amores, que siempre escribiré, pues para algo tengo un pequeño don, pero que jamás dejaré de sufrir o ser feliz, aunque sea aún y en mi cumpleaños, esta felicidad que se puede nublar pero que jamás se esconderá del todo...
Aunque todo esté así...
Olvidado... Y marchito...
Solo soy una sútil persona, una marca de intransigencia marcada a fuego en mi propio tacto, un sentido roto, sin aprender u olvidado.
Solo soy esa huella que tienes de sus labios, un aliento perdido entre miles de diablos, que aún y quemándose en el infierno, intentan congelar mi corazón mientras avivan mi ira y mi dolor.
Soy un saludo de alguien importante, con su sonrisa imponente, quedando impotente ante sus labios de plata, que siempre sueñas besar, acariciar y sentir, para convertir los tuyos en oro.
Soy ese fruto prohibido, que pocos anidan a encontrar, y muchos ni siquiera se fijan, pero que se empieza a podrir entre la basura de las falsedades...
Tan sútiles palabras, marchitas de autoestima en un importante día, que debería llenarme de autoestima.
Pero me da pereza recordar, sentir que faltan palabras en mis oidos, caricias en mi piel, besos en mis labios.
Me da gracia recordar tiempos pasados, momentos fallidos y lágrimas congeladas, a veces me da por reir, otras por gritar.
Que mas da...
Si solo soy una pequeña persona mas, en este gran mundo de estrellas fugaces que no se paran a preguntar a esta pequeña estrella sin brillo, el porque de estar quieta, parada, y olvidada entre las estelas de la vía lactea de tu amor sufrido...
Tu amor marchito... Igual que estas palabras... Palabras marchitas...
Pues... Las palabras solo cobran sentido si se susurran al oido, en alguien que está dispuesto a escuchar, a sentir... A creer...
Por eso, creerme a mi cuando chillo, que nada acallara mis amores, que siempre escribiré, pues para algo tengo un pequeño don, pero que jamás dejaré de sufrir o ser feliz, aunque sea aún y en mi cumpleaños, esta felicidad que se puede nublar pero que jamás se esconderá del todo...
Aunque todo esté así...
Olvidado... Y marchito...
No hay comentarios:
Publicar un comentario