Huir de mí, presagios no recibidos,
huir penas y llantos.
Déjenme flotar en un lago,
y rociarme del agua de un río cercano.
Huir de mí, falsas opiniones,
envidias que llaman al desencanto,
viejos y aburridos oradores,
que en realidad sólo tienen llanto.
Huir de mí, heridas y palabras huecas,
risas infladas por comentarios vanidosos,
gente hecha fantasma en un mundo muerto,
donde los vivos o pensadores somos los raros,
de una sociedad sin precedentes ni normas.
Huir de mí, sentimientos orgullosos,
sólo sentir por pura estupidez,
huir desprecio, ira y rencor,
que no le dejais sitio a mi estúpido amor.
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